A VECES UNA CÁRCEL PUEDE SER PLACENTERA
Desde este mismo verano, Peñaranda de Duero cuenta con una nueva propuesta que será la gran novedad de las ofertas turísticas municipales de nuestro pueblo y que se une a un paquete turístico integrado por la visita del castillo, el palacio de los Condes de Miranda y de la excolegiata de Santa Ana.
El cultivo de la vid en Peñaranda de Duero está atestiguado desde antiguo. En 1844 pagó 48.000 cántaras de vino a pesar de tener, según se cuenta en la época, 175 vecinos o lo que es lo mismo, 694 habitantes, según el texto de ESPAÑA GEOGRÁFICA escrito por D. Francisco de Paula Mellado, lo que es una cantidad de vino enorme para tan poca población.
Con el tiempo, el vino se convirtió en industria y comercio pasando a ser una parte del desarrollo peñarandino, a pesar de no contar con grandes bodegas y vender la uva a la cooperativa local y a bodegas del exterior para la mejora del mosto.
Con la vendimia concluía el ciclo anual de la viña y el inicio del proceso del vino. La uva recogida se trasladaba al 'lagar' del que Peñaranda de Duero tiene uno de titularidad municipal que está muy deteriorado y cuyo abandono hará que se derrumbe cualquier días si no se toman medidas o se vende a algún productor que quiera fomentar sus caldos en un lugar bello y céntrico en Peñaranda.
A bodegas como la de la Cárcel que presentamos, llevaban el vino los 'tiradores' en 'pellejas' hasta el subsuelo, bajándolo con mucho esfuerzo hasta las cubas.
Tiene nuestra recuperada bodega la ventilación necesaria mediante el hueco que deja la puerta de entrada, hecha de maderos cruzados y la zarcera (especie de chimenea entre las naves y el exterior). Era necesaria tanto para eliminar el tufo, un ambiente venenoso proveniente de la fermentación del mosto, como para airear la bodega.
La bodega de la Cárcel no está sola, pues muy pocas pertenecían a una sola familia, y la mayoría tenían distintos propietarios, algunas veces divididas por muros separadores. Estaban divididas en 'sitios o suelos' capaces de albergar en cada uno de ellos una cuba de unas 200 cántaras de media.
La apuesta por la apertura de esta nueva propuesta cultural, explica la concejal de Cultura Paloma Plaza, llega tras la inversión durante años para la recuperación de este elemento etnográfico. “La calle Real tiene el suelo minado de bodegas y excepto ésta todas son privadas. Hace años tuvimos un problema de hundimiento de tierras por lo que se arqueó su interior, se ha rehabilitado y se quiere aprovechar para enseñarla al visitante”, explica la edil.
El suelo del edificio municipal está soportado sobre una sala amplia de altos techos abovedados de 6 metros de altura con un tipo de arcos denominados “Fajones” cruzados que refuerzan los cimientos del edificio consistorial.
La apuesta por la apertura de esta nueva propuesta cultural, explica la concejal de Cultura Paloma Plaza, llega tras la inversión durante años para la recuperación de este elemento etnográfico. “La calle Real tiene el suelo minado de bodegas y excepto ésta todas son privadas. Hace años tuvimos un problema de hundimiento de tierras por lo que se arqueó su interior, se ha rehabilitado y se quiere aprovechar para enseñarla al visitante”, explica la edil.
El suelo del edificio municipal está soportado sobre una sala amplia de altos techos abovedados de 6 metros de altura con un tipo de arcos denominados “Fajones” cruzados que refuerzan los cimientos del edificio consistorial.
En cuanto a los precios, la visita guiada desde la plaza hasta la bodega ‘La Cárcel’ será de 5 euros por persona incluyendo la explicación, la degustación de vino y el obsequio del vaso de cerámica entregado para la misma.
Los precios incluyen dos packs para grupos, pudiendo visitar la bodega y el palacio, o la bodega y la excolegiata al precio de 7 euros. También un pack individual que permitirá por 10 euros visitar el palacio, la bodega y el castillo.
Comentarios
Publicar un comentario